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Dormir poco engorda: la falta de sueño altera las hormonas del hambre

Dormir bien no solo es importante para sentirnos descansados y con energía al día siguiente. La calidad y cantidad del sueño también juega un papel clave en nuestra salud metabólica, en el equilibrio hormonal e incluso en el control del peso. Diversos estudios científicos han demostrado que dormir poco está relacionado con un mayor riesgo de aumento de peso, y una de las razones principales es la alteración de las hormonas que regulan el hambre.

En este artículo te contamos por qué dormir mal puede hacerte comer más —y peor—, cómo afecta a tu cuerpo, y qué puedes hacer para mejorar tu descanso y cuidar tu salud.

Las hormonas del hambre: grelina y leptina

El cuerpo humano funciona como un sistema perfectamente sincronizado. Cuando dormimos, no solo descansan nuestros músculos y nuestra mente: también se equilibran muchas funciones hormonales. Entre ellas, se regulan dos hormonas fundamentales para el control del apetito: grelina y leptina.

Cuando dormimos poco o mal, este equilibrio se rompe: los niveles de grelina aumentan, y los de leptina disminuyen. ¿El resultado? Tenemos más hambre y menos sensación de saciedad. Esto se traduce en más antojos, especialmente de alimentos calóricos como carbohidratos, azúcares y grasas.

Dormir poco también afecta el autocontrol

No solo las hormonas juegan un papel. El sueño insuficiente también afecta el funcionamiento del córtex prefrontal, la zona del cerebro que nos ayuda a tomar decisiones racionales. Esto significa que, después de una mala noche de sueño, somos más propensos a elegir opciones poco saludables, a comer de más y a picar entre horas.
Además, al sentirnos más cansados, solemos movernos menos durante el día, lo que reduce el gasto energético. Así, la combinación de más hambre, menos control y menos actividad física se convierte en una receta perfecta para el aumento de peso.

Estudios que lo confirman

Numerosas investigaciones han demostrado la relación entre falta de sueño y aumento de peso. Un estudio publicado en la revista Nature Communications observó que las personas privadas de sueño presentaban una mayor actividad en las regiones cerebrales asociadas con la recompensa alimentaria. Otro estudio de la Universidad de Chicago demostró que dormir menos de cinco horas por noche durante varios días seguidos provocaba un aumento significativo del apetito, especialmente por alimentos ricos en grasas y azúcares.
Incluso en niños y adolescentes, se ha observado que los que duermen menos tienen mayor riesgo de obesidad infantil.

Dormir bien: clave para mantener un peso saludable

Si estás intentando cuidar tu alimentación o perder peso, no basta con solo contar calorías o hacer ejercicio. Dormir bien debe ser parte fundamental del plan. De hecho, muchas personas que no logran ver resultados con la dieta suelen estar cometiendo el error de descuidar el descanso.
Dormir entre 7 y 9 horas diarias es lo recomendado para adultos. Pero no se trata solo de cantidad, también importa la calidad del sueño: un sueño profundo, sin interrupciones, en un entorno cómodo y silencioso.

¿Cómo mejorar tu descanso?

En Grupo Todoplano, sabemos que un descanso reparador comienza por el lugar donde dormimos. Un buen colchón, adaptado a tu cuerpo y tus necesidades, puede marcar la diferencia entre una noche de sueño inquieto y una de descanso real.
Aquí te dejamos algunos consejos adicionales para mejorar tu sueño:

Descansa bien, cuida tu salud

Dormir no es un lujo, es una necesidad biológica. Y en un mundo donde cada vez vivimos más rápido, detenernos a cuidar nuestro descanso es una forma de cuidar también nuestro peso, nuestra salud mental y nuestra calidad de vida.
En Grupo Todoplano, queremos ayudarte a lograr ese descanso reparador que tu cuerpo necesita. Visítanos y descubre cómo el colchón adecuado puede ayudarte a dormir mejor y, sí, también a mantenerte en forma.

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