El dormitorio es uno de los espacios más importantes de la casa. Allí descansamos, recargamos energías y buscamos un ambiente de calma que nos permita desconectar del día a día. Sin embargo, muchas veces lo llenamos de elementos que alteran nuestro sueño: pantallas, desorden, iluminación inadecuada o incluso una mala disposición de los muebles.
El feng shui, una filosofía milenaria de origen chino, propone organizar los espacios de manera que favorezcan el equilibrio, la armonía y el bienestar. Aplicado al dormitorio, este enfoque puede ayudarte a dormir mejor y despertar con más vitalidad. En este artículo, te contamos cómo adaptar tu habitación siguiendo principios básicos del feng shui.
1. La ubicación de la cama: el corazón del dormitorio
Según el feng shui, la cama es el mueble más importante porque concentra la energía del descanso. Lo ideal es colocarla en la “posición de mando”: es decir, contra una pared sólida, con un cabecero firme y desde donde puedas ver la puerta sin estar directamente alineado con ella.
- Evita colocar la cama bajo una ventana, ya que genera sensación de inestabilidad.
- Deja espacio a ambos lados de la cama para que la energía fluya y para dar equilibrio a la pareja.
- Un cabecero robusto y acolchado no solo aporta seguridad, también brinda soporte físico y emocional.
2. Elimina el desorden y libera la energía
El desorden interfiere con la calma mental y bloquea la energía positiva. En feng shui, un dormitorio saturado de objetos se traduce en un descanso más superficial.
Mantén los armarios ordenados y evita acumular ropa que ya no uses.
- No guardes cosas debajo de la cama: impiden la libre circulación de la energía.
- Menos es más: prioriza muebles funcionales y objetos que transmitan serenidad.
- Un espacio despejado no solo mejora la estética del dormitorio, también genera una sensación de ligereza que favorece un sueño profundo.
3. Colores que transmiten calma
La paleta cromática del dormitorio influye directamente en el estado de ánimo. El feng shui recomienda tonos suaves y naturales que inviten a la relajación.
- Colores tierra (beige, arena, terracota clara) para dar estabilidad.
- Tonos pastel como azul claro, verde agua o lavanda para fomentar la calma.
- Evita colores muy intensos o brillantes, como el rojo o el fucsia, que activan la energía en exceso.
Puedes reservar los tonos más vibrantes para pequeños detalles decorativos, como cojines o cuadros, sin que dominen el espacio.
4. La importancia de la iluminación
La luz es una de las energías más poderosas en el feng shui. En el dormitorio, debe ser cálida y regulable, nunca demasiado intensa.
- Aprovecha al máximo la luz natural durante el día.
- Instala cortinas que permitan oscurecer el espacio por la noche.
- Opta por lámparas con luz cálida y reguladores de intensidad para crear un ambiente acogedor.
- Evita las luces de techo directas sobre la cama: mejor lámparas de mesilla o apliques de pared.
5. Tecnología fuera de la habitación
Uno de los principios más repetidos del feng shui es que el dormitorio debe ser un santuario para el descanso. La televisión, el ordenador o el móvil generan estímulos y ondas electromagnéticas que alteran la calidad del sueño.
- Deja el teléfono fuera de la habitación o al menos en modo avión.
- Evita trabajar en la cama: separa el descanso de la actividad laboral
- Si usas reloj despertador, mejor que sea analógico.
Este cambio puede parecer difícil al principio, pero notarás una mejora inmediata en tu descanso.
6. Textiles y materiales naturales
La elección de los materiales también es clave. El feng shui recomienda rodearse de elementos naturales que transmitan calma y conexión con la tierra.
- Apuesta por ropa de cama de algodón, lino o bambú.
- Elige colchones y almohadas de calidad que favorezcan una postura saludable.
- Incluye alfombras suaves y agradables al tacto para aportar calidez.
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7. Detalles que suman armonía
Además de la distribución y los materiales, pequeños detalles marcan la diferencia:
- Plantas pequeñas (como lavanda o aloe vera) que purifican el aire.
- Cuadros o fotografías que transmitan serenidad y buenos recuerdos.
- Aromas suaves, como aceites esenciales de lavanda o manzanilla.
Lo importante es que cada elemento elegido aporte paz y bienestar, sin sobrecargar el espacio.
Un dormitorio organizado según los principios del feng shui no solo mejora la estética del espacio, también potencia la calidad del descanso. Ubicar bien la cama, mantener el orden, elegir colores suaves, controlar la iluminación y apostar por materiales naturales son pasos sencillos que transformarán tu habitación en un refugio de paz.
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