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¿Qué hacer si te despiertas a mitad de la noche y no puedes volver a dormir?

Despertarse a mitad de la noche y quedarse mirando al techo mientras los minutos pasan puede ser una experiencia desesperante. A todos nos ha ocurrido alguna vez, pero cuando esto se convierte en algo habitual, puede afectar seriamente nuestra calidad de vida, nuestro estado de ánimo y nuestra salud en general. La buena noticia es que existen estrategias efectivas para volver a dormir sin caer en el estrés o la frustración. Aquí te explicamos por qué ocurre y qué puedes hacer para volver a conciliar el sueño de forma natural.

¿Por qué nos despertamos a mitad de la noche?

Despertarse en medio de la noche no siempre es signo de un problema grave. De hecho, los despertares breves son parte natural del ciclo del sueño. Lo preocupante ocurre cuando, tras despertar, no conseguimos volver a dormir en un plazo razonable (por ejemplo, más de 20 o 30 minutos). Algunas de las causas más comunes son:
Estrés o ansiedad: los pensamientos repetitivos o preocupaciones activan el sistema nervioso y dificultan el sueño.

1. No mires el reloj

Es tentador saber cuánto tiempo llevas despierto, pero mirar el reloj solo genera ansiedad y presión. Esa sensación de “necesito dormir ya” es precisamente lo que activa tu cerebro y te aleja del sueño. Si puedes, mantén el reloj fuera de la vista o da la vuelta a tu móvil.

2. Evita encender luces fuertes o pantallas

La luz brillante —especialmente la azul de los móviles— le dice a tu cerebro que es hora de despertarse. Si necesitas moverte por la habitación o ir al baño, usa una luz tenue o una lámpara con luz cálida. Nunca revises el móvil para “pasar el tiempo”: eso solo te mantendrá despierto más tiempo.

3. Practica la respiración consciente o la relajación muscular

Una técnica muy útil es la respiración 4-7-8: inhala 4 segundos, mantén el aire 7 segundos y exhala lentamente durante 8 segundos. Repite varias veces. También puedes probar una relajación progresiva: enfoca tu atención en distintas partes del cuerpo, tensándolas y luego soltándolas, desde los pies hasta la cabeza.
Este tipo de ejercicios ayudan a calmar el sistema nervioso y a reducir la actividad mental.

4. No te quedes en la cama si no puedes dormir tras 20 minutos

Puede parecer contradictorio, pero quedarse en la cama dando vueltas puede reforzar la asociación negativa entre cama e insomnio. Si han pasado más de 20 o 30 minutos y sigues despierto, lo mejor es salir de la cama y hacer algo tranquilo, como leer un libro (papel, no pantalla) o escuchar música relajante en volumen bajo.
Cuando vuelvas a sentir sueño, regresa a la cama.

5. Revisa la comodidad de tu entorno de descanso

A veces, la razón por la que nos despertamos y no podemos dormir es tan simple como un colchón o una almohada incómoda, demasiado calor, frío, o ruido ambiental. Un colchón que no distribuye bien el peso o un somier ruidoso pueden ser enemigos silenciosos del descanso profundo.
En Grupo Todoplano recomendamos revisar si tu equipo de descanso tiene más de 8 años, o si notas hundimientos, ruidos o molestias al dormir. En estos casos, una renovación puede marcar un antes y un después.

6. Evita soluciones rápidas como el móvil, la tele o el refrigerio nocturno

Encender la televisión o revisar redes sociales puede darte una falsa sensación de distracción, pero en realidad estás estimulando tu cerebro en lugar de ayudarlo a relajarse. Lo mismo ocurre con comer algo: salvo que tengas hambre real, evita los refrigerios nocturnos, ya que pueden alterar tu digestión y hacer aún más difícil volver a dormir.

7. Cuida lo que haces durante el día

El sueño se prepara desde que te levantas. Mantener horarios regulares, exponerte a la luz natural por la mañana, realizar ejercicio físico (preferiblemente antes de la tarde) y evitar estimulantes por la noche son pilares clave para dormir bien y evitar despertares nocturnos prolongados.

Despertarte una vez en la noche no es un problema; el reto empieza cuando no logras volver a dormir. Lo importante es no luchar contra el insomnio con ansiedad, sino aplicar estrategias sencillas que ayuden al cuerpo y a la mente a volver a un estado de descanso.
Y recuerda: si los despertares nocturnos son frecuentes o afectan tu calidad de vida, es recomendable consultar con un especialista en sueño.
En Grupo Todoplano, estamos comprometidos con ayudarte a mejorar tu descanso desde todos los ángulos. Porque dormir bien no es un lujo, es una necesidad.

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